martes, 23 de octubre de 2012

This must be the place.



Parte 1: just breathe.



En algún lejano rincón del universo vibrante, entre el caos del universo y los delicados sonidos de las estrellas moribundas un alma logro una hazaña nunca vista antes por hombres o por dioses; arrastrándose apenas con sus manos logro escapar de  un abismo de castigo del que la humanidad ni siquiera tuvo idea, un pobre hombre con un miserable espíritu y una ya casi extinta alma del que hasta el universo se burlaba, era el ser mas insignificante de la creación cósmica.
-El dolor temporal es orgullo eterno.- es lo único que se sabia decirse a si mismo para seguir adelante con eso de lo que ni siquiera tenia certeza;  cuando se irguió por fin se vio en medio de un desértico lugar desconocido, no denotaba el norte ni el sur así que solo empezó a caminar a una dirección al azar.

Sabia que había vuelto por algo y mientras caminaba trataba de pensar ¿porque?¿ que tan penosa o sublime tarea  debía realizar que tuvo escapar del averno? . De repente cayo sobre sus rodillas por un golpe que llego como un relámpago a su cabeza.

``Bogotá, Colombia 23/10/2012

* !necesito alguien que me acepte como soy¡
- Tienes razón seguro no he sido el mejor...
*NO, tu solo satisfaces tu deseo de compañía no quieres estar solo eres solo un patético, malogrado, sucio y despreciable escritor...
-¿Nunca te basta con mi cariño? ¿que es lo que en realidad quieres? ¿que se supone que debo hacer?
*Nada, los días pasan y cada vez es peor, cada mañana hago el intento de verdad créeme pero no te amo, ya no.
-Ja! ¿alguna vez lo hiciste?
*¡claro que si! ¿que estas insinuando? .
-Nada..solo...
 Cayo al piso le pareció que su caída había durado diez vidas pero apenas habitan pasado unos minutos trato de levantarse pero rápidamente quedo inconsciente, cuando despertó se volteo de tal manera que quedo mirando el cielo, el sol lo enceguecía , era hermoso pero debía ponerse en marcha, pronto anochecería ; ¿que había sido eso? ¿acaso un recuerdo?  camino tres o cuatro pasos y se dijo en voz alta ¿ella me asesino? cállate tonto -replico- solo respira ...


lunes, 22 de octubre de 2012

Somebody that I use to know.

Iba caminando por las enlodazadas calles del pequeño barrio donde vivía aquel entonces, la lluvia caía fuerte pero yo estaba resguardado por mi sombrero varvisio y mi viejo gabán ives-saint-laurent, hace ya unos minutos se había apagado el ultimo cigarro que me quedaba, los truenos me cegaban periódicamente al mismo tiempo de que me aturdían con su sonido, de repente. un sonido me dejo pasmado esta ves no fue un trueno este era un sonido hueco como el de algo que cae al suelo, temía con mi alma voltear a mirar la posiblemente dantesca imagen detrás de mi pero tuve que hacerlo inmediatamente por mi inquebrantable curiosidad cuando voltee por fin vi un cuerpo de una joven mujer que yacía en el piso, puse su cuerpo en cubito dorsal y la arrope con mi abrigo del que se cayeron una hoja, un sobre café doblado a la mitad, un frasco, unas cuantas monedas y una caja vacía de unos cigarrillos,  mire sus ojos, eran tan infinitamente bellos como tristes se denotaba una perdida una que nadie soportaría, se denotaba una muerte en vida.

Después de unos cuantos segundos reaccione y empece a gritar por ayuda pero nadie escuchaba, cada vez mis gritos eran mas fuertes y  mas desesperados por fin llego alguien quien me dijo: - lo he visto todo, una ambulancia viene para acá. Agradecí al agradable desconocido y mire hacia la chica ella me sonrió me miro como si nos conociéramos de toda la vida, volví mi mirada hacia el extraño que me veía de una forma casi fraternal, -debe estar conmovido por la escena.(me dije a mi mismo), le pregunté ¿la conoce usted?-por supuesto ella es una conocida de algunos años del vecindario- ¿porque haría esto? le pregunté- se entero hace unos meses de que su esposo tiene alzheimer- volví a mirarla esta ves estaba con los ojos cerrados como disfrutando la lluvia, estaba aferrada a mis brazos y sentí en mi una melancolía que me llenaba con cada bocanada de oxigeno, al cabo de unos minutos oí a lo lejos la sirena de la ambulancia, cuando está por fin llego los paramedicos me alejaron de ella pero yo sabia que era tarde su fuerza se había ido lo sentí en mis brazos justo antes de que me apartaran de ella, se confirmo pues lo que yo ya suponía en el momento en el que el paramedico volteo y me dio una mirada desalentadora.


-¿Señor es usted algo de esta mujer?- me preguntaron pero yo estaba absorto en mi- Señor, señor?..- el amable desconocido les dijo nombres y apellidos de la mujer era Andrea Esguerra de Sanchez después de esto se dirigió hacia mi , se detuvo un momento y levanto las cosas que habían caído de mi gabán, leí lo que decía el frasco " colinesterasa" al igual que el papel abrí el sobre café en el que había extrañas imágenes de un cerebro humano -Es su esposo- dijo por fin el desconocido - Juan Esteban Sanchez- Estas palabras me dejaron absorto ¿acaso se había vuelto loco este hombre? pero entonces levante mis ojos hacia el cielo ya despejado y después de tapar mis ojos del sol logre ver claramente la fachada de lo que sabia con certeza era mi casa con la única diferencia de tener la ventana del ultimo piso rota...

martes, 16 de octubre de 2012

last to know.

Mientras en la ciudad la turba furibunda se bate y se agita, mientras los motores de los carros rugen y mientras las damas de sociedad murmuran, en las calles un indigente se retuerce del hambre, su dolor se ha vuelto un habito ni las oraciones servirían para dar paz a esta degenerada alma, sus intestinos ya inútiles y sus manos ya inamovibles no lo dejan ni siquiera cambiar la posición en la que agoniza de dolor, era un hombre tan repugnante que ni las aves de rapiña se acercaban para ganar un bocado fácil.

Un día de una forma impredecible como pudo logro levantarse y tambaleándose de lado a lado, golpeándose contra las paredes del callejón( que había sido su hogar hace ya muchos años) logro salir a la calle y la luz artificial de la urbe golpeo sus ojos dejándolo enceguecido, cual niño recién nacido entre cerro los ojos y poco a poco toda esta metrópolis fue tomando forma, ya con su vista recuperada al otro lado de la calle diviso una hermosa vitrina con comida de toda clase (uvas, panes, carnes, canapés, pescados y huevos también había cidra, vino, agua y hasta una pequeña botella de champaña), fijándose bien de que no haya peligro alguno cruza la calle casi que arrastrando sus pies ( que tenían un tinte morado tal vez por la gangrena y de los que salia un horrible olor).

Cuando por fin llego al otro lado de la calle y encontrando en el dolor de este sobrehumano esfuerzo un alivio, ya casi derrumbándose y alienado por el hambre toma lo primero que encuentra que resulta ser la tapa de un basurero, consiguiendo fuerzas de la nada se yergue y entra violentamente a la tienda de inmediato el dueño de esta le pide en un tono despectivo que salga inmediatamente, esto enfurece al indigente de una manera colosal, su ira era tan grande como su hambre, así que este inicia un sádico ataque contra el tendero, lo golpeo hasta que su cara ya no estaba hay, lo único que pudo escuchar el tendero antes de su muerte  fue la palabra "comida" que salia de le labios con un claro deseo y claridad entre los balbuceos del indigente.

 El indigente voltea la cara después del violento ataque, parado en un esquina de la tienda esta un empleado que tembloroso y sudando miedo por cada parte de si  mete en una bolsa de papel comida, bebida y algunos billetes de la caja, el indigente se llena de felicidad arranca la bolsa de las manos del empleado y se dirige lentamente a la salida con una sonrisa en la cara mientras come una hogaza de pan que tomo del mostrador; de repente: PUM¡ PUM¡- dos disparos retumban en el umbral de la tienda y caen al suelo el indigente y el pobre temeroso empleado ambos con balas en la cabeza.

Horas después la policía revisa las cámaras de seguridad del lugar del episodio final solo se ve una oscura y macabra figura que se agacha y toma una manzana que cayo al suelo de la bolsa del indigente se levanta, da la vuelta y se aleja por la melancólica calle al final de la grabación se lo ve doblar en la esquina y se oye una risa fuerte y frenética como si fuera la del mismo demonio.